Eterno homenaje


Mi historia
Amada por todos, siempre recordada.
Maria Paulina nació en Jipijapa, tierra de café, maíz y tradición, donde aprendió desde joven el valor del trabajo, la familia y la fe.
En su tierra natal, criaba animales de granja con amor y dedicación, lo que le enseñó la importancia del cuidado y la responsabilidad. Vivió 106 años llenos de amor, entregando siempre una sonrisa, un consejo sabio o una caricia oportuna.
Fue madre de 17 hijos con una descendencia de 365 familiares entre nietos, bisnietos y tataranietos. Su casa era punto de encuentro, su cocina un refugio, y su presencia, la calma que todos buscaban. Contaba historias de antaño mientras miraba el atardecer sobre los sembríos de los maizales, con esa serenidad que solo los años saben dar.
Hoy su ausencia se siente, pero su esencia permanece viva en cada rincón, en cada memoria.
Porque quienes aman de verdad, nunca se van del todo.

